domingo, 20 de marzo de 2011

Nuevas prácticas para nuevas infancias. Prof MARTA RUBIN. Flacso

¿Nuevas prácticas para nuevas infancias?: una reflexión desde los escenarios educativos

La reflexión sobre el sentido y propósito de las prácticas formativas en Educación Infantil, constituye un proceso complejo, considerando la convergencia de diversas perspectivas, discursos y prácticas pedagógico – educativas, así como la concepción de infancia que les subyace. Posturas de la educación en permanente tensión, unas con finalidades de formación y transformación personal y social, y otras con predominancia técnica e instrumental, siendo por ende, distintos los ideales de sujeto y de sociedad que las orientan y que a su vez las configuran.
Una opción para hacer esta reflexión, atiende entonces al reconocimiento de la diversidad de la infancia, situada y en contexto, a la construcción de subjetividades y a la existencia de propuestas educativas reflexivas, diversas, incluyentes y transformadoras de realidades.

Construyendo subjetividades desde los vínculos

En primer lugar, desde la mirada referente de la psicología social, desde Pichón Riviere, 1984, los vínculos son constitutivos de sujetos, entendidos como la forma particular como cada sujeto se relaciona o conecta con el otro o los otros, creando una red o estructura dinámica y móvil para cada uno y en cada momento, dando cuenta de sujetos en constante dialéctica con la realidad. Son las relaciones constantes, las interacciones de los sujetos, las que van configurando las subjetividades.
Desde la antropología clásica (Mead 1939), se afirma que la persona se desarrolla en el proceso de la experiencia y la actividad sociales, por lo cual la persona es esencialmente una estructura social y es la comunidad o el grupo quien proporciona al individuo su unidad de persona; y agrega, la interacción no es un marco simplemente para
la expresión del comportamiento humano, sino el proceso en el que se forma el comportamiento humano.
Desde una perspectiva sistémica, los sujetos, están inmersos en un proceso de interacción e intercambio constante con el contexto, recibiendo, interpretando elaborando y re-significando permanentemente información, incidiendo a su vez en un campo como un todo. “Las relaciones entre el individuo y el contexto son constantemente modificadas como resultado de este intercambio: el individuo es solo un elemento en un todo cambiante.
La relación crucial entre el individuo y el contexto es reflejada en el patrón de aprendizaje y ajuste mutuo que ha desplegado.” (Escudero 2000).
Desde una lectura de la complejidad, el sujeto se constituye desde y en múltiples posibilidades de ser, pensar y actuar en un tejido de eventos, acciones, interacciones, y determinaciones que constituyen nuestro mundo. La complejidad la encontramos a nivel micro en la persona, como ser humano en tanto biológico, psicológico, social, afectivo, racional y a nivel macro como el conjunto planetario de la Humanidad en su diversidad de relaciones y contextos. En esta perspectiva, el sujeto aparece conectado a múltiples relaciones que éste establece con sus pares, con su medio, con los objetos; relaciones ineludibles que se encuentran en todo momento y que no se pueden desligar entre sí.
Esta transformación y giro en la comprensión de la constitución del sujeto y su subjetividad, implica una transición de un sujeto particular y predecible, enmarcado en una concepción positivista, hacia uno sujeto abierto, multidimensional, de identidad relacional, tejido entre experiencias y lo que va escogiendo para su vida, un sujeto activo, no el “todo poderoso”, autónomo, individualista creado por la modernidad, sino un sujeto activo y complejo, en tanto sujeto constitutivo y constituyente de vínculos.
Ahora bien, es necesario reconocer como la concepción de infancia, ligada a la concepción de escuela y pedagogía, se ha ido transformando, siendo asumida como una categoría de construcción social e histórica, pasando de la invisibilidad de los primeros siglos a la visibilidad en estas épocas, como lo expone Philipe Ariés (1974), entre otros.
La transformación de aquellas maneras de entender la infancia, están marcadas por  acontecimientos de significación por épocas, incidencias sociales, culturales y políticas, entre otras. Se plantea la infancia como un fenómeno social y cultural, donde los niños y niñas, pertenecen a un espacio temporal y social particular, así como a una estructura social determinada, considerándolos sujetos activos en las transformaciones históricas, culturales y sociales; igualmente, protagonistas de interacciones y relaciones sociales, red de redes, vínculos que los van a su vez constituyendo.
De esta forma, la infancia se ha configurado como una categoría instituida, asociada entre otras a miradas disciplinares, como aquellas psicologicistas, relacionadas con el desarrollo evolutivo por pertenencia a una etapa de vida particular, o como un sujeto activo o pasivo en relación con la construcción del conocimiento y los procesos de aprendizaje, o desde una perspectiva jurídica, asumida como sujeto de derechos, consecuencia de largos años de “lucha” reivindicatoria y desarrollo de los derechos humanos. Esta última mirada predominante y abarcadora de los discursos que circulan en los escenarios públicos.
Por otra parte, lecturas críticas contemporáneas, cuestionan estas concepciones modernas de la infancia que prevalecen, haciendo referencia a la tendencia a uniformizar y en cierta medida a velar diferencias, particularidades, diversidad de experiencias y formas de “ser infancia” con sus expresiones manifiestas y marcadas en relación con los diferentes contextos, relaciones y situaciones de tipo social, cultural y político. Desde allí autores como (Narodowsky, 1994), plantean la llamada “crisis de la infancia”, siendo esta una construcción instituida que parece por momentos desaparecer en el contexto actual.
Estos cuestionamientos, han posibilitado el reconocimiento y emergencia de nuevos discursos, en contraste con la mirada clásica de la modernidad que ubican al niño como un ser inacabado, incompleto, los “aun no” como lo expone Ferran Casas (1998), puestos en posición de minoría y por ende, supeditado a la voluntad del adulto y del Estado.
Discursos nuevos donde no se habla necesariamente de infancia como única, abarcante de lo múltiple, sino de infancias, y acaso nuevas infancias, atendiendo a esta pluralidad de experiencias, relaciones y visiones. Concebida así, como categoría socialmente construida, la infancia implica identidades que “no pueden ser pensadas en términos de alguna esencia inmutable o cristalizada, sino como construcciones relacionales, contrastantes (es porque nos diferenciamos de “los otros” que nos reconocemos como “nosotros”), situadas en la historia y, por lo tanto, en constante transformación” (Colángelo, 2003). “Todo esto hace de la construcción de la infancia un proceso que no es unívoco, sino dinámico y conflictivo. Las divisiones entre edades o etapas de la vida no sólo son arbitrarias, sino también objeto de disputas y manipulaciones. Esto quiere decir que la forma en que se defina y caracterice la infancia es un fenómeno eminentemente político en el sentido que tiene que ver con la distribución de poder entre distintos grupos de la sociedad, dado que las clasificaciones por edad son también una forma de imponer límites, de producir un orden en el cual cada uno debe ocupar su lugar.
Desde esta idea de lo diverso, se plantea la necesidad de hablar de “infancias”, múltiples, plurales, en situación y en el contexto en el marco de nuestra compleja sociedad.
Así los sujetos niños y niñas, no se escapan a estas lógicas y dinámicas que los constituyen o bien desde fenómenos sociales, económicos, culturales y políticos que determinan contextos y condiciones particulares, así como situaciones específicas en momentos históricos y culturales determinantes, por lo cual, se puede hablar de la infancia situada y en contexto.
Se pueden señalar aquí, situaciones relacionadas con condiciones y calidad de vida, desde una perspectiva psicosocial como lo plantea (Ferran Casas 1998), aludiendo a una visión de la infancia en condiciones de pobreza, de privación social y psicoafectiva, atendiendo a las condiciones de la región especialmente en América Latina. Desde aquí, se acude entre otros, al estudio y análisis de la situación de los niños y las niñas como personas individuales, como grupos sociales y como conjunto de población.
Se puede hablar de nuevas infancias, que podría llamarse infancias del mercado y de los centros comerciales o como lo plantea (Carli. S, 2006), haciendo referencia a cómo la experiencia que transita la infancia, lo hace entre la escuela, la calle y el shopping. Los sujetos aquí son vistos como medios – recursos y no como fines de desarrollo en sí mismos.
En esta lógica, fenómenos como la globalización, el surgimiento de las nuevas tecnologías e información, donde la predominancia de los postulados económicos promueven la concepción de sujetos como “capital”, sujetos “consumidores”, mediados por relaciones financieras y mercantiles. O la aparición de aquellos sujetos inmersos en una matriz infinita de información y permanente bombardeo de los medios masivos de comunicación, que no hacen discriminación de público, ni de información, eliminando en la separación del mundo adulto del mundo infantil como lo había logrado otrora el monopolio de la escuela. (Narodowski 1994). Se habla así de las infancias “hiperrealizadas”, donde los niños acceden fácilmente a volúmenes grandes de información, la infancia de la realidad virtual, el Internet y aquellas “desrrealizadas” o marginales, donde los niños deben garantizar su propia existencia y están “desconectados” de esta realidad virtual cada vez más dispersa y abarcante.

El reto de los escenarios educativos y las nuevas prácticas

Se hace necesario, conectar los discursos de la educación y la pedagogía con estas concepciones emergentes de infancia y estar atentos a responder desde allí los retos que se le plantean a la Educación Infantil.
Pues a pesar de la diversidad y pluralidad en las formas de ser niños y niñas, según Escolano (citado por Alzate, 2003), la concepción de la infancia en la sociedad contemporánea está formada por tres corrientes que refuerzan las ideas dominantes de la infancia moderna orientadas por criterios de preservación, protección y escolarización.
Según Alzate, encontramos concepciones de los sujetos infantiles desde una mirada pedagógica, donde el niño se asume en su condición de escolar y alumno, determinado exclusivamente por la relación entre la infancia, la escuela y la pedagogía.
Desde lo psicosocial, la idea de infancia, se supedita a una etapa de la vida humana reservada al desarrollo y a la preparación para el ingreso a la comunidad de los adultos..
En ella, el niño que no es una miniatura del adulto, juega, experimenta y se adapta funcionalmente al medio. Desde esta perspectiva de la infancia, se plantea la necesidad de proteger esta etapa y ofrecer al niño las condiciones para su desenvolvimiento.
Finalmente Alzate plantea, la visión de los niños como sujetos de derecho y como sujetos políticos, aludiendo al reconocimiento de los derechos del niño en el marco del desarrollo de los derechos humanos, bajo la idea esencial de dignidad humana y a la obligatoriedad del Estado y sus representantes en garantizarlos en el marco las políticas públicas.
Estas últimas posturas contribuye de manera importante a la reflexión y al debate sobre la situación y condiciones de la infancia, siendo clave el papel de las políticas como lo plantea en la configuración de la infancia como grupos o categorías sociales y donde relaciona estas concepciones con la existencia de dos tipos de infancia: “aquella con sus necesidades básicas satisfechas (niños y adolescentes) y aquella con sus necesidades básicas total o parcialmente insatisfechas (los “menores”). (Casas 1998).
Estos planteamientos de Alzate se orientan “…hacia un mayor reconocimiento del niño y la niña como persona y como ciudadano o ciudadana, hacia la superación de antiguos esquemas de dominación, autoritarismo, machismo y paternalismo, y hacia un mayor reconocimiento y participación social de la infancia como grupo de población”
Y en el marco de esta pluralidad de concepciones y perspectivas de infancia, la educación se debate entre las tendencias institucionalizantes, escolarizantes y la emergencia de practicas de crianza, cuidado y educación propia de las comunidades. De esta manera, desde las políticas sociales a la reivindicación de los derechos, promoviendo por ejemplo instituciones de protección y restitución, versus, instituciones escolares públicas y privadas con diversidad de modelos pedagógicos que no cubren con éxito de invitación desde los derechos a la inclusión y educación para todos.
En este escenario, el quehacer del pedagogo infantil, tiene el reto de trascender las miradas de pedagogización y escolarización del niño en ámbitos institucionales como la escuela o estos programas clásicos de cuidado y protección (oficiales y privados), y aportar a los procesos de formación, constitución de subjetividades infantiles, promoviendo el desarrollo de niños y niñas en diferentes contextos y desde la diversidad de condiciones sociales, culturales, históricas en las que están inmersos, cualificando el quehacer pedagógico tanto en la escuela como en los otros escenarios.
Para algunos autores, la reflexión pedagógica no debe limitarse a lo educativo institucional (Osorio Márquez 1990). Reconoce la pedagogía de los espacios públicos, de la vida cotidiana, las organizaciones sociales, entre otros. ¿Será que esto es lo que promovemos en nuestras prácticas formativas en educación infantil?
Una pedagogía así entendida, exige búsqueda de opciones educativas alternativas, no ligadas exclusivamente a la curricularización, la parametrización, la estandarización de procesos educativos, llevando la lógica de la escuela a distintos lugares.
Exige una mirada más amplia y con “mayor vuelo” de la Pedagogía, que sin  pretensiones de convertirse en “salvadora y mártir” de la humanidad, pueda hacer aportes importantes en los proceso de formación de los niños y niñas situados y en contexto. Pueda promover proyectos educativos concretos e intencionados de transformación personal y social, de “inclusión”,, de creación de “culturas para la infancia”, de escenarios de formación permanente y lecturas “críticas de la realidad” en torno a los sentidos y formas de relación adulto-niño (ciudadanos, cuidadores, madres, padres, docentes, comunidad en general).
Sin perder de vista su objeto –en la educación- cualificar e impactar procesos de enseñanza y aprendizaje. Todo ello asumiendo el reto de responder al dilema de si ¿debe la escuela responder por los conflictos que suceden fuera de su establecimiento escolar? ¿ Y si puede dejarlos afuera cuando padres y niños-as lo traen impregnado a la institución? ¿La responsabilidad única de la escuela es atender a situaciones de aprendizaje en términos de cognición, afectividad, lenguaje, etc.?
Por ende, implica que el pedagogo infantil, asuma una concepción de niño y niña, no remitida únicamente al niño-a institucionalizado, si no una inmersión en lo que es el mundo infantil en distintos escenarios atendiendo a la emergencia de las nuevas subjetividades, mediadas por las nuevas tecnologías, la información y el mercado.
Reconociendo también que la institución educativa –la escuela- requiere fortalecerse, cualificarse y asumir que no es el único ámbito del saber, asumiendo, así mismo, la responsabilidad ética-política de la educación.
Estas ideas, que aún se quedan en el plano de la abstracción y el “deber ser” en la formación y la práctica, invitan a re-pensar y/o proponer con mayor contundencia, el perfil del Pedagogo Infantil, para lo cual, se puede rescatar, los siempre vigentes aportes de (Schon 1992). Desde esta perspectiva se requiere profundizar en la relación entre conocimiento en la acción, reflexión en la acción y reflexión sobre la acción. Y desde allí como se responde a nuevas o viejas prácticas para las nuevas infancias o de otro modo buenas o malas prácticas para la infancia o infancias.

LUDOTECAS. Fundamentación

Educación Inicial

Ludotecas escolares: colección ordenada de juegos y juguetes para el Nivel Inicial

El diseño de esta Ludoteca Escolar desde y para el Nivel Inicial, se ha sustentado en múltiples referentes, considerados marco y guía en el proceso de selección y organización de los materiales que la conforman. Se trata de un proceso sostenido a través de los lineamientos de la Ley de Educación Nacional 26.206, las orientaciones de los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios, los objetivos y contenidos del Nivel Inicial, las características y potencialidades de los alumnos, la formación de los docentes, y la heterogeneidad de infancias que devienen en singulares biografías de juego.
En el artículo 20 de la Ley 26.206 se reconoce como objetivo del Nivel Inicial el “promover el juego como contenido de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social”. Considerar al juego como uno de los objetivos de las trayectorias escolares de los alumnos del Nivel Inicial incide en variados niveles y líneas de acción. Se recupera de manera explícita una de las características distintivas e históricas del Nivel, revitalizando una mirada acerca de las propuestas de enseñanza y del desarrollo de los niños y niñas. Se significa al juego como un contenido cultural estableciendo relaciones con las distintas dimensiones del desarrollo, habilitando entonces acciones educativas fundamentadas en este marco legal. Un proceso, que al mismo tiempo, implica el fortalecimiento de la identidad de este nivel educativo en las relaciones y articulaciones con otros niveles y modalidades, a partir de sus características y contenidos propios.
Los NAP afirman que “El juego en el Nivel Inicial orienta la acción educativa promoviendo la interacción entre lo individual y lo social, entre lo subjetivo y lo objetivado” (NAP, pág. 13, Diciembre 2004), pero lo cierto es que en la realidad, se comprueba que aún queda mucho por hacer para transformar la práctica, y orientarla en el sentido que marca el documento. Un proceso que demanda de la creación de formas de capacitación e intervención novedosas que faciliten la reflexión sobre las estrategias educativas conocidas, y al mismo tiempo promuevan la creación de acciones educativas alternativas. La ludoteca escolar puede dar inicio a nuevas posibilidades y desafíos, para los alumnos y alumnas y para los docentes del Nivel Inicial.
Enmarcados en los lineamientos de la Ley N° 26.206 de Educación Nacional y en los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios, esta Ludoteca Escolar está diseñada con la intención de promover equidad en el acceso y apropiación de saberes sostenidos en propuestas de juego planificadas con intencionalidad pedagógica. En los NAP, se señala que “ La variación del juego está fuertemente condicionada por la pertenencia social, por la experiencia y condiciones de vida (a qué y cómo se juega)” (NAP, pág. 13, diciembre de 2004). La distribución de Ludotecas Escolares es una decisión sostenida en la búsqueda de equidad en la distribución de bienes materiales, que faciliten el acceso y la construcción del conocimiento. En este sentido, se seleccionaron y organizaron juegos, juguetes y materiales que puedan orientar a los docentes en el diseño de variadas propuestas de juego, ligadas a los objetivos y contenidos propios del Nivel Inicial.
La Ludoteca Escolar
Una ludoteca es una específica organización de juegos, juguetes y materiales para jugar que se focaliza en la promoción del juego. Pueden diseñarse ludotecas en distintas instituciones o ámbitos desde diversos enfoques. En cualquier caso, siempre implica un proceso de orden interno, de fundamentación en la selección, en la categorización y organización de los materiales. Una ludoteca escolar para el Nivel Inicial de todo el país requiere considerar múltiples variables, que en cada jurisdicción y en cada sala presentan intensidades diferentes. Se trata de poder establecer a través de los materiales y de la organización de los mismos, los puntos básicos, comunes y necesarios para todos los alumnos del Nivel Inicial en todo el país. Un mismo envío para todos. Cada sala, cada docente lo pondrá en acción de distintas maneras, en función de los objetivos que se plantea y de las características e intereses de sus alumnos, pero aún así resulta ser una referencia compartida para todos.
La distribución de esta Ludoteca Escolar para el Nivel Inicial es una acción concreta, posible de considerar al modo de una intervención institucional en tanto aporta bienes materiales que, a partir de su presencia, facilitan el acceso a bienes simbólicos. Una intervención pedagógica, tanto para alumnos y para docentes, que puede habilitar nuevas formas de interacción, a través de variados objetos, juegos y juguetes que presentan progresiva complejidad. Esta ludoteca enmarcada en una propuesta educativa planificada por el docente pueda facilitar procesos de aprendizaje promotores de desarrollo. Se trata de enriquecer a las propuestas de enseñanza, favoreciendo trayectorias escolares más interesantes para los alumnos, acordes a sus características, y a la normativa legal vigente para nuestro nivel.
Se considera a los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios como un texto vinculante que oficia de referencia y marco para todas las jurisdicciones, habilitando líneas de continuidad que estimulan un proceso de transformación de las prácticas cotidianas en las escuelas. En este documento sobre el juego se afirma, que “Desde la perspectiva de la enseñanza, es importante su presencia en las actividades del jardín a través de sus distintos formatos: juego simbólico o dramático, juegos tradicionales, juegos de construcción, juegos matemáticos y otros, que se desarrollan en el espacio de la sala y en espacios abiertos” (NAP, pág. 13, diciembre de 2004). Este lineamiento fue guía en el proceso de selección de materiales, juegos y juguetes, pensando en que los mismos facilitarán el desarrollo de juegos simbólicos, reglados y de construcción. También ha permitido reconocer que esta ludoteca escolar debía estar pensada para y desde el contexto del Nivel Inicial en relación a la multiplicidad de atributos que lo caracterizan.
El juego es significado por la Ley N° 26.206 de Educación Nacional y en los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios, como uno de los contenidos que estructuran las trayectorias escolares en el Nivel Inicial. Desde esta marco, la distribución de Ludotecas Escolares fortalece y amplía las posibilidades de las escuelas para el diseño de propuestas de enseñanza ajustadas a estos lineamientos, que permita promover evolución y complejización de los saberes relativos al juego tanto para los alumnos como para los docentes.
Intenciones pedagógicas
Esta Ludoteca Escolar se enmarca y organiza a través de los propósitos y contenidos a desarrollar en el Nivel Inicial. Un recurso que pueda facilitar la presencia planificada de espacios y tiempos de juego a través de diversos formatos, en el contexto de las propuestas pedagógicas y didácticas. Esta posición acerca del juego en el Nivel Inicial oficia de eje y referencia en el proceso de selección de materiales y en su agrupamiento. Pensar en una ludoteca para Nivel Inicial implica tener como referencia permanente a los NAP; y fundamentalmente al lugar que ese documento le da al juego, que se aleja de las orientaciones naturalistas, cuando afirma que “no todos los niños juegan de la misma manera y tampoco a los mismos juegos, dado que son sujetos sociales portadores de una historia social y culturalmente construida.” (NAP, pág. 13, diciembre de 2004).
En tanto el juego es una actividad cultural y social, su presencia en la vida de los chicos remite a los valores y creencias de la comunidad de la que forman parte. Un proceso que se inicia en la familia y la comunidad, sostenido en las representaciones y posibilidades materiales de cada contexto, que implicará distintas formas de mediación y enseñanza orientadas al aprendizaje de los juegos y la interacción con los juguetes. Los chicos llegan al Jardín de infantes con distintas biografías de juego, construidas en el contexto de sus vínculos tempranos, el acceso a los juegos y juguetes, y los permisos familiares relativos al juego. Ir al Jardín da comienzo a un tiempo y a un lugar que da la oportunidad de jugar, ampliando saberes y permisos. Una experiencia educativa que se orienta a la promoción del desarrollo, y a la apropiación de contenidos culturales acordes a las potencialidades y necesidades de esta etapa, sostenida en un contexto grupal de pares y mediada por un docente capacitado.
Considerando que el uso de cada material u objeto diseñado para jugar requiere de determinados procesos cognitivos, saberes culturales, habilidades y destrezas, se envían en esta ludoteca variedad de recursos. Cada uno de los ítems convoca la puesta en acción de específicos logros y adquisiciones. Significar a los juegos y juguetes como mediadores instrumentales para el desarrollo y el aprendizaje ordenó el proceso de selección a través de criterios coherentes con los objetivos del Nivel Inicial y las características de los alumnos.
En tanto sean adquisiciones alcanzadas, los alumnos podrán enriquecerlas y ampliarlas, y cuando se encuentran en el proceso de aprenderlas, la interacción con el material configura una oportunidad para orientar las acciones, y la identificación de nuevos problemas. Esta es la línea que ordenó el proceso de selección de materiales que conforman a esta ludoteca escolar. Se consideraron a las habilidades, nociones y adquisiciones, y a las características del desarrollo emocional y social propias de esta etapa, como referentes que permitieran establecer relaciones con los objetos que se iban seleccionando. Es decir, trabajando desde un modelo interaccionista del desarrollo, partimos de una mirada sobre los objetos fundamentalmente sostenida en las características del niño y sus potencialidades a desarrollar. En otros términos, analizar cómo los objetos se ajustaban a las características de los alumnos del Nivel Inicial, y al mismo tiempo habilitaran, por sus características físicas y funcionales, problematizar el estado actual del desarrollo, en el marco de los lineamientos curriculares del Nivel Inicial.
Texturas, tipos de material, tamaño, peso, características del encastre, formas, variedad de vehículos, muñecos, tableros, dados, rompecabezas, distintos animales, cartas y títeres, en diálogo permanente con las características evolutivas, las necesidades del desarrollo y los contenidos del Nivel Inicial. Una tarea ordenada desde una específica concepción que establece relaciones múltiples y sistemáticas entre el aprendizaje, el desarrollo, el juego y los procesos de enseñanza. Marco que puede permitirle al docente anticipar posibilidades de complementación entre los materiales, una alternativa novedosa para abordar los distintos aspectos del desarrollo, y los variados contenidos curriculares de cada sala. A través de esta perspectiva, se fueron seleccionando los juegos y juguetes de esta Ludoteca Escolar, organizando a los materiales en tres kits: Kit Objetos, Kit Construcciones y Kit juegos con reglas convencionales.
El KIT Objetos incluye juguetes fundamentalmente ligados a la promoción dramatizaciones. Es un formato de juego que requiere de los alumnos la construcción de guiones propios rescatando saberes y experiencias de su vida social. Formas de juego generalmente ligadas a escenas y escenarios en las que participan personajes. Se incluyen materiales para jugar juegos ligados a la vida cotidiana familiar (muñecos, bebés, carrito para el bebé, carrito para el supermercado); títeres de animales y personajes. Variedad de objetos que hacen posible la puesta en marcha de procesos de juegos distintos en su dinámica y sus temas. Se agruparon diferentes juguetes que remiten desde sus características físicas y funcionales a contenidos de la vida cotidiana y familiar (parejas, bebés, carritos para el supermercado, carritos para la el bebé, verduras, utensillos de cocina, animales de campo y de la selva), y juguetes ligados a temáticas de la comunidad (autos, camiones, tren, carretilla para el arenero, tractor, barco, pelotas).
La inclusión de juegos y juguetes construidos en madera se sostiene en el reconocimiento de este material como parte de la historia del jardín de infantes en nuestro país, y también sus características específicas. La madera remite directamente a la naturaleza, y a los modos artesanales de producción. Su realización, aunque sea en gran escala, remite con más facilidad a la presencia y acción de las personas sobre el material. Su textura es cálida, sus sonidos armoniosos, características diferentes en relación los juegos y juguetes en cartón y plástico.
En las dramatizaciones los niños y niñas asumen roles, personajes de situaciones convencionales de su vida cotidiana o ficcionales. En estos procesos de juego, los juguetes y materiales de juego son los atributos de los personajes y de los escenarios. A veces, los objetos resultan ser los personajes, y los niños son quienes hacen dramatizar a los juguetes. Variaciones propias de este formato de juego, que sólo es posible con la presencia estable de recursos materiales seleccionados con este fin. La inclusión de muñecos que representen a adultos de distinto sexo y a bebés remite a las costumbres de nuestras comunidades y a la historia de las prácticas del Nivel Inicial. Es imposible imaginar una sala de jardín de infantes que no cuente con muñecos diversos para que los niños y niñas puedan jugar. Para esta Ludoteca Escolar se ha dedicado especial interés a estos juguetes con la intención de establecer pautas de diseño que diera lugar a la construcción de combinaciones alternativas. El envío de parejas de adultos tiene por intención la inclusión de la figura del padre en los procesos de juego sostenidos en temáticas hogareñas. La presencia de varios bebés por ludoteca puede hacer posible la representación de familias en las que hay más de un hijo. Las parejas presentan distinto color de pelo y tipo de ropa, pauta orientada al cuestionamiento de estereotipos y a la producción de dramatizaciones que permitan representar características propias de cada comunidad escolar.
Desde este marco, la presencia de los títeres aporta, a este formato de juego, atributos específicos. Los títeres son personajes de juego que facilitan la construcción de guiones en tanto se convierten en referentes que orientan las secuencias de los relatos a jugar. Los niños eligen personajes desde los cuales se va armando la trama del juego y los diálogos. Los distintos personajes pueden combinarse, haciendo posible la construcción de variados contextos de significado desde los cuales las historias pueden sostener direcciones y sentidos alternativos. Son juguetes relacionados con la fantasía y la literatura, que pueden habilitar la creación de propuestas pedagógicas integradas entre distintas áreas de conocimiento en las trayectorias escolares de los alumnos del Nivel Inicial.
Los materiales enmarcan y guían los temas de los juegos, y por lo tanto es fundamental que el maestro anticipe y planifique alternativas que posibiliten a los alumnos variar los temas que juegan dramáticamente. Esta ludoteca puede ser para el maestro una oportunidad estimulante que lo convoque para imaginar recorridos de juegos sobre un mismo tema o sobre temas distintos. Esta alternancia facilita la construcción de nuevos guiones, y el desarrollo de los diálogos propios de cada contexto de interacción social al que las dramatizaciones refieren. Se considera necesario variar la oferta de objetos, ideas y recursos para promover y lograr que los chicos amplíen los temas, y complejicen el contenido de los juegos.
El KIT Construcciones incluye distintos materiales para promover juego de construcciones, que a través del uso y la experiencia sistemática facilitan a los chicos la identificación de diversas situaciones para resolver. Las características específicas de cada material, sus posibilidades y limitaciones, son el marco propicio para la promoción del desarrollo de habilidades técnicas y la comparación de procesos y productos. Los juegos de construcciones implican la relación entre medios y fines. Los chicos establecen una meta (una idea) a partir de la cual el juego se inicia, y se va organizando con la selección y combinación de materiales. Las características físicas y funcionales de los materiales impacta directamente en la posibilidad de potenciar procesos de combinación, anticipación y resolución de situaciones problemáticas.
Estas opciones implican el desarrollo de destrezas motrices específicas en el proceso de juego con cada tipo de material. Los juegos de construcciones ponen en acto saberes acerca del espacio y de los objetos en el espacio. Facilitan secuencias de juego más largas, ricas en combinaciones; prósperas en términos cognitivos por incluir situaciones problemáticas concretas. La experiencia sistemática, con relación a este tipo de juegos, permite a los niños ir superando procesos de exploración para ir hacia la construcción de objetos y escenarios de juego. Las ideas de los chicos remiten a imágenes mentales que les permiten iniciar el proceso de construcción, ofician de ordenador del proceso de juego, orientando el sentido de la acción concreta sobre los materiales y las negociaciones entre compañeros. También son estas imágenes mentales las que los chicos rescatan para evaluar sus producciones y la de los otros. Esta capacidad de reflexión sobre las acciones, revela la distancia entre la acción y las ideas, fortaleciendo el pensar.
La variedad en las materias primas, el tamaño y el tipo de encastre es fundamental para poder diseñar recorridos progresivos durante las trayectorias escolares. Los bloques Smith Hill son un material tradicional de los jardines de infantes de nuestro país, un material que no puede faltar en las salas. Se compone de 100 piezas de distinto tamaño y forma. Permite la construcción a través de la superposición de piezas, que por su peso facilitan la construcción en altura, la diferenciación de figuras, la inclusión de rampas y desniveles, de arcos y puentes. Conceptos como peso o equilibrio resultan altamente interesantes y productivos en la interacción con los juguetes de madera. Las relaciones entre tamaño, peso, equilibrio y forma pueden construirse en tanto los alumnos puedan, de manera sistemática, explorar y jugar con estos materiales.

Los ladrillos de plástico presentan otras alternativas para la construcción en tanto se trata de un material de encastre en dos caras, liviano y colorido, que incluye ruedas con la intención de variar las ideas que los alumnos van transformando en construcciones. Se envían tres tamaños de ladrillo para hacer posible producciones de distinto tamaño, y que el docente pueda abordar temáticas cada vez más complejas acerca del espacio y el volumen. El encastre tipo cepillo, es un material que presenta posibilidades de encastre en todos sus lados, característica que facilita este tipo de juego por implicar menor presencia de situaciones problemas. La inclusión de cabezas y ruedas habilita la creación de procesos de juego en los que se combina juego simbólico y juego de construcciones.
El KIT Juegos con reglas convencionales ordena los materiales que habilitan procesos de juego grupal con el objetivo de facilitar la interacción con el contenido, y promover procesos de descentración cognitiva. Son juegos que se organizan a través de reglas explícitas y anticipadas favorecen el reconocimiento de las normas como regulación de la conducta individual, y parámetro de los procesos de juego grupal. En este Kit se incluyen diversos juegos que implican contenidos de las áreas de conocimiento de Matemática y Lengua, y también que hacen posible la promoción y el desarrollo de funciones psicológicas. Sobre los rompecabezas se consideraron específicos aspectos. El tamaño del recorte para los encastres establece un tamaño de pieza que facilita al niño/a de Nivel Inicial identificar partes de la imagen a armar. Las imágenes deberán cumplir con las especificaciones propias de este Kit. La cantidad de piezas ha sido un punto central a considerar, tomando como referencia las competencias de los chicos de este nivel educativo. Se consideró fundamental enviar una oferta progresiva: cuatro, seis, doce y dieciséis piezas con distintas imágenes que permitieran la alternancia de temas, y la práctica sistemática de esta experiencia de juego.
Se seleccionaron juegos que implican diversos contenidos disciplinares y procesos cognitivos de progresiva complejidad. Una selección orientada para la promoción de formas de juego que habiliten procesos de descentración cognitiva, comparación de acciones, capacidad representativa, identificación de formas, cantidades y números, dibujos y palabras, de manera integrada. Cada uno de ellos se presenta a través de diversos temas, promoviendo de este modo, la transferencia de logros y adquisiciones a distintos dominios, independizándolos de los aspectos figurativos o temáticos del juego.
El proceso de socialización en los primeros años, guarda significados y expectativas singulares en distintos contextos familiares y comunitarios. El juego formará parte de este proceso en tanto los adultos lo consideren valioso para el desarrollo. De este modo, el juego presentará características diferentes en cada niño, en función de las oportunidades de juego que los contextos educativos familiares y comunitarios hayan habilitado. Es responsabilidad del Nivel Inicial enriquecer las acciones y las ideas a través de los materiales, los compañeros y las propuestas del docente, para ampliar y complejizar la capacidad de juego. Desde esta posición, en cada sala puede diseñarse un proceso pedagógico que planifique tiempos y espacios para jugar a través de diversos formatos que estimulen la capacidad representativa, la imaginación, el pensamiento, y el aprendizaje de contenidos disciplinares. El envío de esta Ludoteca Escolar para el Nivel Inicial, es una estrategia destinada a fortalecer los lineamientos y acciones educativas planificadas por maestros y directivos enriqueciendo las prácticas y el ejercicio del rol.

Jornada Compartida con maestras de salas anexas

 El viernes 25 de Febrero nos reunimos en la sala anexa a la escuela primaria nº 109 para compartir una jornada de trabajo que abarcó las expectativas 2011 en relación con la institución de pertenencia, con la sùpervisión, diferentes aspectos del Período de Inicio.




















28 de Febrero de 2011. INICIO DE CLASES EN EL JARDÍN DE INFANTES Nº 41




























Construcción de un nuevo edificio para Jardín de Infantes en Centenario






 Junto a Susana Paredes, directora del Jardín de Infantes nº 59, visitando el terreno donde se construirá en breve el nuevo edificio.

Entrevistas de trabajo en la Sede

 Con el Equipo directivo del Jardín de Infantes nº 41 de San Patricio del Chañar.


Con la Directora del Jardín SOEMITOS, Marcela Hadad.

Visita escuela nº 105 y reunión de trabajo en Añelo

 Visita a la Escuela Nº 105. 17 de Febrero de 2011. Me acompañó la Sra. Liliana Toranzo, Supervisora de Nivel Primario.














Jornada de trabajo en el Jardín de Infantes nº 52: evalaución institucional, diciembre de 2010



Período de Inicio

Denominamos período de inicio a la primera etapa del año escolar donde los diferentes actores institucionales (padres-niños-niñas-docentes, auxiliares y directivos) interactúan estableciendo los primeros vínculos entre sí; con los espacios y pautas institucionales; con los materiales; con las propuestas de aprendizaje y con el conocimiento.
En este tiempo se ponen en juego, particularmente, expectativas, deseos y miedos de todos los involucrados a partir del encuentro de la cultura familiar (organización, identidad, pautas de crianza, etc.) y la cultura escolar (organización, pautas, intenciones, identidad, situaciones de aprendizaje, etc.). Por este motivo, para favorecer una paulatina integración entre los diferentes actores mencionados  y de éstos con la institución nos proponemos promover la construcción paulatina de vínculos afectivos, sociales y cognitivos brindando múltiples oportunidades de interacción que permitan el desarrollo de la confianza, seguridad y pertenencia.
Lo anterior implica organizar estrategias para establecer vínculos directos con las familias de los niños -niñas a partir de los cuales obtendremos la información necesaria para planificar las propuestas didácticas más adecuadas. También es la oportunidad para brindar a las familias la información que consideremos pertinente para facilitar su integración en la vida institucional.  Nos referimos a las entrevistas iniciales y reuniones de padres; también a las actividades de integración y de indagación.
ENTREVISTAS INICIALES
Este primer encuentro entre docentes - y/o preceptoras – y padres de los niños/niñas es fundamental para sentar las bases de un diálogo fluido basado en la confianza mutua y el compromiso compartido en el bienestar y educación de los pequeños/pequeñas. No lo consideramos un trámite administrativo.
 El objetivo prioritario de estas entrevistas es recabar información sobre la cultura familiar; la maduración y el desarrollo de las capacidades de las niñas -niños. En ocasiones, aprovechamos esta oportunidad para establecer algunos criterios áulicos y/o institucionales o brindar alguna información específica.
Es importante que mantengamos el eje de la entrevista, evitando desviarnos del tema que nos convoca; que nos tomemos el tiempo necesario para el desarrollo de la misma, que organicemos los turnos de las mismas teniendo en cuenta el punto anterior, que conozcamos con anterioridad  las preguntas que orientan las entrevistas; es necesario saber si el modelo de entrevista que utilizamos está pensado para que sea dirigida por la docente y la información registrada por ella o no.
Trabajamos con dos entrevistas. Inicial y de actualización. Registrar la información que brinda la familia de manera clara y precisa es fundamental ya que este es un instrumento valioso para la vida escolar del niño/niña (no es una herramienta privativa del docente que la realizó). Esta entrevista debe ser útil a cualquier docente que necesite acceder a ella. Al realizar la entrevista de actualización es imprescindible haber leído previamente la entrevista inicial para profundizar en los cambios y que los datos cobren sentido. También es importante tener la ficha de inscripción al momento de la entrevista para verificar que no falte documentación y ver las observaciones realizadas.
Se sugiere realizar las entrevistas iniciales en primer orden y luego las de actualización para optimizar los tiempos. Los docentes de áreas especiales tendrán acceso a la información de las entrevistas. Las docentes socializarán institucionalmente aquella información que implique modificaciones o adecuaciones de la vida institucional (celíacos, testigos de Jehová, alergias, problemas judiciales de los padres, etc.) 
 Recuerden que si lo creen necesario pueden volver a citar a los padres si alguna información les genera duda.
PRIMERA REUNION DE PADRES/MADRES
La primera reunión de padres tiene por objeto presentar la institución –edificio, docentes, cantidad de salas, notas de identidad, proyectos, cobro de materiales, horarios, etc. – e informar sobre la dinámica institucional y áulica durante este período de inicio – horario reducido, organización de los grupos de niños/niñas, actividades compartidas con las familias, cuaderno de comunicaciones, expectativas, miedos, redistribución de los grupos, puntualidad-.
Aspectos para tener en cuenta:
·         Informar a los padres sobre la reunión para mejorar su asistencia.
·         Realizar las reuniones por grupos y en espacios que permitan  un clima  contenedor, que el sonido no se disperse y  que se canalicen todas las dudas.
·        Realizar esta reunión antes del comienzo de las clases.
·        La participación de los profesores de áreas especiales es imprescindible.

ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN
Las denominadas actividades de integración pretenden promover la máxima interacción entre los diferentes actores institucionales – padres, niños, niñas, docentes auxiliares y directivos – y de éstos con los diferentes espacios, materiales, recursos   favoreciendo la integración, la confianza, la seguridad y la pertenencia.
Las actividades compartidas con las familias son fundamentales. La continuidad de una serie de propuestas pensadas para compartir junto a la familia favorece enormemente no sólo la integración de las niñas - niños, sino la de madres, padres, tías, etc. Estas propuestas permiten a los integrantes de las familias tomar contacto directo con la dinámica de la sala y las acciones de las docentes a cargo, lo cual redunda en beneficio de la confianza.
Aspectos a tener en cuenta:  quién coordina cada actividad, prever los espacios a utilizar para no superponer, mejorar la organización que permita un tiempo para ordenar los materiales y espacios; también para registrar y evaluar lo realizado; tener en cuenta fortalezas y debilidades de la maestra  -y preceptora al planificar.

ACTIVIDADES DE INDAGACIÓN
Las actividades que denominamos de indagación son aquellas  planificadas con el objeto de indagar sobre los saberes que los niños/ niñas han adquirido previamente. Lo óptimo es que estas actividades se articulen con las de integración.
Es preciso tener en cuenta la edad y la experiencia del grupo de niños /niñas para proyectar los indicadores de las capacidades que vamos a indagar.
Podemos recurrir a una selección de capacidades e indicadores del desarrollo organizada en tres ejes:
  • formas de integración,
  • formas de comunicación y expresión,
  • en relación a la tarea.
Estos Criterios a tener en cuenta en la evaluación diagnóstica representan un valioso aporte para proyectar actividades de indagación en todos los grupos. Si les interesa puedan solicitarla a la Supervisión. 
Para revisar: en general se realizan muchas compras de materiales para actividades plásticas en esta etapa. ¿Qué está pasando con la variedad de propuestas, con la multiplicidad de inteligencias a indagar, con la articulación e integralidad?
DIAGNÓSTICO GRUPAL
Denominamos diagnóstico grupal a la primera evaluación  que realizamos del grupo de niños/niñas. Esta primera mirada sobre el grupo nos da información para proyectar la tarea, ya sea la 1º unidad didáctica o líneas de acción para el 1º cuatrimestre.
Lo realizamos teniendo en cuenta aquellas capacidades que indagamos, que evaluamos y la información obtenida en las entrevistas. Un aspecto que complementa la visión que tenemos del grupo es el diagnóstico situacional, es decir, la mirada sobre las familias. Esta mirada la organizamos con la información de las entrevistas, tomando los ítems de la misma.
Lo más importante es realizar una interpretación de estos datos, es decir, reflexionar sobre qué significación tiene esta información que tenemos sobre las familias. Este diagnóstico situacional nos va a permitir proyectar acciones con las familias.
En este sentido un aspecto relevante es la articulación de miradas entre docentes de sala -  preceptoras – docentes de áreas especiales.
ORGANIZACIÓN DE LOS GRUPOS DE NIÑAS /NIÑOS
·         Redistribución
Una modalidad que beneficia enormemente la construcción grupal es la redistribución de los grupos de niñas/niñas que pasan de un año a otro. Significa que los alumnos-nas nuevos y los-las que ya venían se combinan en la conformación de nuevos grupos. El criterio para redistribuir es la búsqueda del mejor grupo para cada niño/niña.
SEGUNDA REUNION DE PADRES/MADRES
Para dar cierre al Período de Inicio es muy valioso  organizar la segunda reunión de padres/madres. En la misma se brindará información sobre las características grupales (diagnóstico) y cómo se proyecta la tarea del primer cuatrimestre en función de las mismas.
También es importante informar a las familias  lo que se espera de ellas.

¿A quién encontramos en la Sede ?

La secretaria de Supervisión es la Sra. Graciela Riffos.
Como colaboradora se encuentra la docente Siliva López, titular del Jardín de Infantes nº 29.
La supervisora de Nivel Inicial Mónica Sandra Bellido, que desde el 12 de Noviembre de 2010 reemplaza a Fernanda Pérez, quien se encuentra ejerciendo su función como Jurado del Concurso de Ascenso de Jerarquía para Vicedirectoras titulares.

Sede de Supervisión de Nivel Inicial

La misma está ubicada en la Ciudad de Centenario, en la calle Belgrano 645.
Para comunicarnos. teléfono: 4894539 y e-mail: supinicial2009@hotmail.com
Este espacio físico lo compartimos con las Supervisiones de Primaria y de Media.

¿Quiénes conforman la Zona VI de la Supervisión de Nivel Inicial?

v  Jardín de Infantes nº 13, de 1º Categoría, Grupo “A”, de la Ciudad de Centenario con seis secciones por turno

v  Jardín de Infantes nº 22, de 1º Categoría, Grupo “B”, de la Ciudad de Centenario, con cinco secciones por turno

v  Jardín de Infantes nº 29, de 1º Categoría, Grupo “A”,  de la Ciudad de Centenario, con cinco secciones por turno.

v  Jardín de Infantes nº 59, de 2º Categoría Grupo “B”, de la Ciudad de Centenario, con dos secciones por turno.

v  Jardín de Infantes SOEMITOS  de la Ciudad de Centenario


v  Jardín de Infantes nº 41, de 1º Categoría, Grupo “B”,  de la Localidad de San Patricio del Chañar, con seis secciones por turno.

v  Jardín de Infantes nº 52, de 2º Categoría, Grupo “D”, de la Localidad de Añelo, con 4 secciones por turno.


v  Jardín de Infantes nº 37, de 1º Categoría, Grupo “C”, de la Localidad de Rincón de los Sauces, con seis secciones por turno.

v  Jardín de Infantes nº 47, de 1º Categoría, Grupo “C”, de la Localidad de Rincón de los Sauces, con seis secciones por turno.


SALAS  DE  JARDÍN   ANEXAS  A  ESCUELAS  PRIMARIAS

v  Escuela Primaria nº 105, de la Localidad de Vista Alegre Norte con una sección por turno.

v  Escuela Primaria nº 109, de la ciudad de Centenario con una sección por turno.

v  Escuela Primaria nº 166, de la Localidad de Vista Alegre Sur con dos secciones por turno,

v  Escuela Primaria nº 124, de la ciudad de Centenario con tres secciones en el turno tarde.

v  Escuela Primaria nº 204, de la ciudad de Centenario con una sección en el turno tarde.

v  Escuela Primaria nº 355, de la Localidad de Rincón de los Sauces, con dos secciones por turno.

v  Escuela Primaria nº 271, de la Localidad de Octavio Pico, con una sección

v  Escuela Virgen de Luján, de la ciudad de Centenario, con tres secciones por turno.